Hoy está teniendo lugar una de las jornadas electorales más inciertas de las últimas tres décadas. Sabemos que los partidos que están gobernando municipios y autonomías seguirán siendo probablemente los más votados en cada caso. Pero no sabemos, sin embargo, si eso resultará suficiente para mantener su posición en el gobierno. Esta incertidumbre es la que alimenta la expectativa de un cambio de color generalizado, pero también es la que podría acabar conduciendo a un mantenimiento generalizado del PP en la mayoría de gobiernos, especialmente en los ayuntamientos, gracias a la posición favorable de cara a la investidura de alcaldes y alcaldesas que posee el primer partido. Que la balanza electoral acabe decantándose hacia un escenario de cambio o de continuidad dependerá de los millones de electores que dicen que sí tienen decidido ir a votar, pero que también declaran no saber a quién votar.
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