¿Será Felipe VI el último monarca de España?
19 junio 2014 by JRT
El nuevo monarca que hoy se proclama sabe que reinará un país que constituye una excepción en el panorama de las monarquías parlamentarias occidentales del siglo XX, por dos motivos. Es el único país en el que una monarquía ha acabado sobreviviendo a dos períodos republicanos contemporáneos. También es el único caso de los 29 Estados europeos que experimentaron transiciones hacia la democracia (aunque algunos se hayan quedado a medio camino) después de la Segunda Guerra Mundial donde se recupera la forma monárquica para coronar un régimen parlamentario. Y con ello, ha sido el único caso de un país que pasa de un sistema autoritario a uno democrático reinstalando una monarquía, y no la república democrática que la dictadura había asaltado.
Que eso suceda o no quizá dependa de cómo Felipe VI gestione sus instrumentos de poder simbólico y persuasivo, y sobre todo, de cómo los que realmente gobiernan y deciden en España, gobiernos, parlamentos y partidos, consigan superar el malestar y la crisis de confianza que manifiestan los ciudadanos. La paciencia y la aceptación pasiva y desapasionada de estos es el verdadero sustento de una institución cuya principal aportación, como ya señalaba Walter Bagehot, es la permanencia y la estabilidad, no la representación de ideas o intereses concretos. Al fin y al cabo, como afirmaba el propio Bagehot, “los beneficios que aporta un buen monarca no tienen precio, pero los daños de un mal monarca son irreparables”.